sábado, 29 de marzo de 2014

El corazón delator



Sección de Sucesos
Por Adelle Simpson
(The Las Vegas Chronicle)

El hallazgo hace una semana, en la carretera que pasa por la ciudad de Idyll, de un corazón humano, ha causado un gran revuelo. 

La carretera en la que fue encontrada la víscera atraviesa el desierto, y todos sabemos que lo que pasa en el desierto se queda en el desierto (cualquier parecido con otro slogan bien conocido es pura coincidencia). Tras el análisis forense, a cargo del departamento del Sheriff de Las Vegas (que es quien tiene jurisdicción sobre esa carretera), se mantiene la investigación abierta, pero sin visos de ir a ningún lado. Descorazonador.

Tal vez sea el Hombre de Hojalata que ha vuelto a perder lo que buscaba en su camino a Oz, pero probablemente se trate de los restos macabros de algún ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes. Las hipótesis, según el sheriff, giran alrededor del mercado de metanfetamina local. Parece también un mensaje, una advertencia a alguien.

Las pesquisas siguen, y espero poder mantenerles informados de ellas. Pero puede que, como el camino de baldosas amarillas, no lleven a ninguna parte.

Por Cierto... (una microsección de Tim Z. de la web TMZ, exclusiva para Las Vegas Chronicle, en directo desde las tripas de Tinseltown)

Por cierto... George Clooney ha renunciado oficialmente a vivir en Idyll. En una nota de prensa difundida ayer en Hollywood, la estrella afirmaba "si son tan estupendos como para no quererme, les deseo lo mejor". ¿Es, tal vez, el acre olor del despecho, George, querido?

Por cierto... Adivinen ahora quién quiere vivir en la ciudad rompecorazones... ni más ni menos que George W. Bush, nuestro presidente favorito... ¿Lo conseguirá? Por de pronto se lleva muy bien con el Jeque Djurni...

Por cierto... Dicen las malas lenguas que Idyll se está convirtiendo en un imán para millonarios europeos ¿Qué pasa con nuestras leyes de nacionalización, querido gobierno?


La foto nos la manda nuestro enviado especial al lugar de los hechos, William Warby. El corazoncito perdido estaba justo en mitad de la línea amarilla. Como para no verlo. El tipo que lo descubrió casi se sale de la carretera. Encantador. Como siempre, no podemos girar la cámara para fotografiar la larga carretera que se adentra en el desierto hacia las murallas de Idyll, porque ya saben que los abogados de Winter Walsh nos lo tienen prohibido. Viva la libertad de prensa. Esta foto está en licencia Creative Commons. The Las Vegas Chronicle.

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